Estabas tu, acercándote hacia mi. No hablabas, yo tampoco. Yo empezaba a tocar tu cuerpo, sobre tu ropa. Te abrazaba y sentía tu torso cónico como de delfín debajo de mis brazos. Subía y bajaba mis manos sobre tu espalda. Sentía tus rizos tiesos entre mis dedos, tu cuello, tus nalgas, los músculos duros bajo la piel de tus brazos fuertes.
En ese momento desperté. Todavía podía sentirlo. Y repentinamente, me di cuenta de que solo era un sueño.
Gruesas lágrimas me brotaban de los ojos, pero no tenía un nudo en la garganta. Era como una regaderita mojando mi almohada. Con ese llanto se iba limpiando mi alma, mientras regresaba a la realidad. Era incontenible, silencioso, pero a la vez reconfortante.
Y tu notaste mis lágrimas. Creíste que tenían relación contigo. Silenciosamente me abrazaste por atrás. Besabas mi cuello, metías las manos por debajo de mi ropa. Sentí tu pene como palo tanteando mis nalgas.
-¿Vas a querer que te haga un huevo para desayunar?
-Mmm prefiero chorizo..
Toqué la punta de tu verga, que me golpeaba la espalda.
Comenzaste a desnudarme, y yo a sudar. Me quitaste toda la ropa, y me jalabas los pezones. Sentía mi vulva hincharse, mojarse, casi podía verla enrojecida y abultada.
Metiste dos dedos en mi boca, después los colocaste entre mis piernas, rozándome suavemente el clítoris.
Te abracé con una pierna, para que pudieras alcanzarme mejor. Tu otra mano recorría mi vientre, y moldeaba mis senos.
Me colocaste boca abajo, y metiste cada uno de tus dedos dentro de mi. Todos quedaron pringosos, resbalosos, cubiertos de mi jugo. Untaste con el mi culo, y metiste dos dedos en el, y tres en la vagina. Cerré los ojos, cuando metiste la otra mano por debajo de mi cuerpo para acariciarme, con la presión justa y en el lugar perfecto, por adelante.
No creo que muchos sepan hacerlo, pero tu lo dominas. Tus caricias no son muy suaves, pero tampoco fuertes. Tienen la intensidad perfecta para convertirme en huracán, para desquiciarme por completo, para hacerme sentir esa agradable sensación de que me voy a venir en tus manos. Yo quietecita lo sentía venir, crecer en mi vientre, ondular en cosquillas sobre la ingle.
Ha sido uno de los orgasmos mas fuertes que recuerdo. El vértigo me sobrecogió, y un alarido salió de mi pecho. Continuo, largo, potente, igual que el sentimiento en mis entrañas.
Hoy inició un año nuevo, mezclado de lágrimas y orgasmos
8 comentarios:
¡Qué buen comienzo de año!
Muchos besitos.
THC, si fue un comienzo agridulce, si se puede llamar así...
muchos besitos para ti tambien
Zorra bien intenso y directo tu relato, me gustó y lo leí en el mejor momento para ello... ;-)
Besitos,
SEX0
llorar en un orgasmo tu sueño despierta intensamente despierta,
besos
Se notaba como se acercaba lentamente, como ligeramente le rozabas y como sentías aquello a tope, tan real... como un sueño vivo.
Cada mañana un orgasmo, cada atardecer una caricia, cada noche soñar contigo.
Un gran saludo.
me lo he imaginado todo y te confiezo que me he puesto en tu pisicion y mi chico en la del tuyo, y casipude sentir todo lo que tu sentiste.
Besos.
mydirtybussiness.blogspot.com
Increible Escena... gracias por este hermoso sueño...
Besos... saludos
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