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viernes, 17 de abril de 2009

Sueño


El sueño empieza en que estamos tu y yo en una sala de televisión. Parece que es en la noche. Estamos acostados en un reposet, que es más largo que ancho, semi-reclinados. En frente de nosotros está una televisión con una película. Alrededor de nosotros están varios niños, pero no son mis hijos ni tus hijos. Se encuentran acostados en almohadones sobre el piso, viendo la película también. Las luces están apagadas, y solo se puede ver con la luz de la tele.

Al parecer somos una familia, porque todos estamos en pijama, y recuerdo la cara de uno de los niños, que tiene el pelo rizado y oscuro, con la piel blanca y exactamente tus ojos. Eso me hace pensar que son nuestros hijos. Casi estoy segura de que eran tres, pero no te puedo decir si eran niños o niñas o surtido.

Bueno pues estamos viendo la tele, y empiezo a sentir tu mano que se mete por abajo de mi camisón, y encuentra uno de mis pechos. Lo acaricia y aprieta suavemente, y yo comienzo a sentir una excitación muy fuerte. Recuerdo la sensación super agradable del calor de tu mano sobre mi piel. Tus dedos jugando con mi pezón. Rozando delicadamente. Después de un rato, siento que bajas la mano y buscas adentro de mi calzón, y acaricias mi vulva por fuera, muy levemente, siento tu mano moviendose de adelante hacia atrás, sobre mis pelitos, y yo siento la imperiosa necesidad de abrir las piernas para que puedas acariciarme mejor. Volteo a mi lado y veo que los niños que están de mi lado del reposet se han quedado dormidos, no así el que estaba de tu lado, que todavía está parpadeando. Entonces tu frotas mi clitoris, en círculos, pero no introduces ningún dedo dentro de mí. Yo me siento super húmeda y resbalosa.

Entonces yo meto la mano dentro del pantalón de tu pijama, y me encuentro con tu espada erguida, como de piedra caliente. Siento que en la puntita de la cabeza está una gotita viscosa, que con mi dedo índice empiezo a frotar de adelante para atrás, muchas veces. Siento que los músculos de tu vientre se tensan y tu pelvis empuja hacia adelante. Para ese momento yo estoy lista para subirme encima de ti, pero no lo hago. (Supongo que porque el otro niño no está bien dormido según yo). Te volteo a ver a los ojos, y veo esa expresión que amo, de deseo extremo, y tu volteas a ver al niño de tu lado y me aseguras que ya está bien dormido. Entonces te quitas la parte de abajo de tu pijama, y tomas una frazada que está por ahi, y te la pones sobre la espalda. Te colocas sobre mí, y nos tapas a los dos con la frazada.

En la oscuridad, siento tu pene tanteando entre mis muslos semiabiertos. Estoy determinada a no ayudarte a encontrar el objetivo, sino que dejo que tu mismo, tantees y trates de encontrar el camino. Por fin siento la cabeza de tu pene justo en la entrada de mi vagina, y el contacto de éste me produce escalofríos. Entonces muy lentamente empiezas a penetrarme. Siento cada centímetro de tu pene entrando en mi, y la sensación es indescriptible. Super intensa. Entonces encajas la espada, todo sucede muy lentamente, como nunca lo hacemos, creo. La introduces y la sacas completamente, la vuelves a introducir y la vuelves a sacar. Yo me siento como en el cielo. Entonces empiezas a besarme, pero super profundamente, siento tu lengua que entra por la mía hasta el fondo, de la misma manera que entra tu pene en mi en el otro extremo. Por alguna razón extraña estamos lo que parece ser mucho tiempo así, y yo no me vengo. Solo disfruto las intensas sensaciones, hasta que después de un rato empiezo a sentir la inminencia del orgasmo. Mis oídos zumban, un cosquilleo en la nuca y me sobrecoge una ola de placer que recorre todo mi cuerpo, nace en nuestro punto de unión inferior y regresa a través de mis extremidades. Siento como mi vagina se contrae varias veces alrededor de tu pene, que empieza a entrar y salir más rápidamente cada vez, y comienzas a hacer unos ruiditos. Yo te tapo la boca con la mano para que no despiertes a los niños, y tu tratas de evitar hacer ruido, En ese punto tu miembro entra y sale libremente, muy resbalosamente, porque estoy super húmeda, hasta que siento que todos tus músculos se tensan y te detienes, mientras me miras a los ojos. Das unos cuantos empujones más y te vienes...

Unos segundos después volteamos a ver a los niños que siguen dormidos. La película en la televisión ya había terminado. Tu tomas la frazada, y nos tapas bien, y nos abrazamos y nos quedamos dormidos con todos nuestros fluídos corporales mezclados. No nos paramos de ahí para nada. Y ahí termina el sueño.

4 comentarios:

El inmenso mar de la melancolia dijo...

Observo el sueño,
me place observar;
me place la presencia de terceras
personas, la necesidad de seguir en ese relato,
en el que el sofà preferido ocupado por ti, por mi, en las imàgenes, en el juego de la mirada, de las manos,
los besos,
tus zapatillas, el valor de compartir las caricias
fusionadas en un mundo de eterno placer.
Me reflejo besàndote los pies blancos,
abriendo las separaciòn de tus dedos del pie izquierdo, meterlos en mi boca, mientras nos observa el principiod de la dicha,
de la satisfacciòn de verte gozar, gozar, linda, linda, eternamente linda.
Pepe

Unknown dijo...

que intenso orgasmo, el relato de tu sueño lo hace mas bello

besos

Zorra Bella dijo...

Pepe:
gracias por tus palabras y por tu visita, eso es fidelidad y no chingaderas!!! jajaja
besos

tomasuncafe: Gracias por tu comentario y tu visita constante, besos

Fullmoon dijo...

Me hiciste recordar cuando vivia con mi ex teniamos momentos que eran un sueño

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