Seguidores

sábado, 29 de noviembre de 2008

El día esperado

Ayer fue el día esperado, el día en que dijiste la palabra que buscaba.
Hace muchos años hacíamos el amor en una posada familiar. Mientras detenías mis muñecas y me penetrabas cabalmente, yo moría de placer abajo de ti.
Este es un fragmento de una carta que habla de ese momento:
"¿te acuerdas el otro día que hicimos el amor (la última vez) que estabas encima de mi y me estabas deteniendo de las muñecas, y que yo no podía hacer nada para evitar lo que estaba sucediendo dentro de mí?
Pues yo me acuerdo muy bien
Pero, ¿sabes de que es de lo que más me acuerdo? de que me dijiste "***, te amo". Eso es de lo que mas me acuerdo
"

Y tu respuesta a esa carta:

"Yo recuerdo que volteaste rápidamente y me observaste.
Luego dijiste: "Yo también".
¿Será esto demasiado?"


Eso sucedió hace 12 años. Por desgracia un tiempo después nos separamos, y nos reencontramos hace unos meses.

Ayer estábamos en nuestro juego erótico. Me besabas apasionadamente. Sentía como succionabas mi labio inferior, mientras yo te devolvía la caricia mordiendo suavemente tu deliciosa boca. Me dijiste: "En un momento te voy a comer ahí abajo". Tocabas mis senos y yo sentía como mi respiración se agitaba. Luego metiste un dedo a tu boca, y levantando mi falda, empezaste con el, a hacer círculos sobre mi clítoris, mientras yo sentía como mis paredes internas se engrosaban, mi vulva aumentaba de tamaño y me humedecía cada vez más. Tu introducías tus dedos dentro de mi, y luego los saboreabas. Me dijiste: "Mira como salen mis dedos" Yo veía los signos de mi fertilidad en tu mano. Después empezaste a comerme lentamente, círculos con tu lengua sobre mi clítoris, lamidas lentas y largas, mientras yo me sentía enloquecer. Como mis mejillas se acaloraban y sonrojaban. Te miraba a la cara, y notaba en tus ojos el brillo del deseo. Sentía como tu lengua me penetraba, y como entre tus labios succionabas mi clítoris de la misma manera como anteriormente lo hacías con mi boca.

Cuando estaba cerca del orgasmo, me preguntaste: "ahora que quieres que haga?" Yo no podía soportar más la excitación y el deseo. Te dije: "Métemela" Tu empezaste a jugar conmigo, preguntándome "¿Estás segura?" Yo casi tenía ganas de gritar, pero solo dije: "Si, por favor!!"
Entonces preguntaste: "¿Cómo quieres que lo haga, tu sentada en frente de mi, o tu encima de mi?". Mis ideas en ese punto eran incoherentes, y solo atiné a decir: "No se..." Entonces, te dije: "Ven aquí, métemela ahora!!!" Estaba sentada y te colocaste de rodillas frente a mi, mientras me penetraste. Sentía cada centímetro de tu pene entrando en mi, como me estremecía y me sentía transportada a otra dimensión. Yo te pedí: "por favor no te vayas a venir dentro de mi" Entonces dijiste: "mejor me pongo un condón". Te lo puse, presionando la punta y desenrollándolo sobre tu grueso miembro. Entonces me penetraste nuevamente, mientras yo me abracé de tu cuello y acerqué mi cadera al borde del asiento. Empezaste a moverte rápidamente, mientras sentía como mi orgasmo se acercaba rápidamente. Coloqué un dedo sobre mi clítoris, para que tuviera un contacto constante con tu pene. Tu te movías furiosamente frente a mi, mientras metías y sacabas tu espada. Sentía fuertes olas de placer. Sentí la necesidad de compartir contigo mis sensaciones: "Tu no tienes una idea de lo que siento" te dije mientras te miraba a los ojos. Percibí la inminencia del orgasmo y anuncié: "Ya me voy a venir". Y empecé a sentir como mi vagina se contraía alrededor de lo que me parecía un pedazo de carbón ardiendo. Tuve un orgasmo largo y fuerte. Tu me sostenías en todo momento. Después pasé una pierna por arriba, frente a ti, y la coloque junto a la otra, de manera que mi cadera giró hacia un lado. Lentamente, seguí girando mi cuerpo, hasta que quedé en cuatro patas mientras tu seguías dentro de mi, ahora por atrás. Empezaste a moverte rápidamente y unos minutos después anunciaste: "yo también me vengo" Y escuché esos hermosos gemidos que anuncian tu orgasmo. Nos separamos lentamente.
Después nos sentamos, te abracé y te bese, mientras dije: "Guapo precioso..."
Y lo que dijiste a continuación fue lo que estaba esperando escuchar desde hace mucho tiempo, desde que te reencontré... Dijiste: "Te amo"... Justo como hace 12 años...
Te volteé a ver a los ojos, mientras sujetaba tu cuello por detrás, y un indescriptible sentimiento se apoderó de mi, un sentimiento de calidez, de opresión en el pecho, de emoción, un sentimiento que estaba esperando sentir desde hace tanto tiempo...

sábado, 22 de noviembre de 2008

experiencia multiorgásmica

Algunas veces en la vida, me he encontrado a mi misma forzando mi cuerpo al límite sexual, y en esas ocasiones, no he dejado de maravillarme de encontrar la capacidad que tiene nuestro ser de darnos placer.
En mis exploraciones genitales, he utilizado gran variedad de objetos para proporcionarme placer y obtener orgasmos.
A veces me pregunto si algo en la vida me ha hecho de la manera que soy, si es solo una parte de la investigadora que hay dentro de mi, si tengo una predisposición genética, o si yo misma lo he favorecido, pero es un hecho que desde la adolescencia he dedicado gran parte de mi tiempo a investigar varios temas que me interesan, y uno de esos temas es el sexo autónomo y el placer.

He utilizado diversos objetos para masturbarme, entre los cuales puedo mencionar, cepillos para cabello, diversas verduras y frutas, sobre todo plátanos y zanahorias, pelotas, plumas, plumones, cepillos de dientes, regaderas de teléfono y vibradores, sin olvidar por supuesto a mi propia mano.

Antes de que contara con mis vibradores, me preparaba mis festines sobre todo con zanahorias, cuidadosamente escogidas, y previamente calentadas en agua antes de insertármelas.

Durante mucho tiempo, disfruté de goces solitarios con la regadera de teléfono, maravilloso instrumento que proporciona placer instantaneo, seguro, limpio pero a veces increíblemente fuerte. Al obtener un orgasmo con la regadera de agua dirigida hacia la vulva, es casi imposible poder soportar la estimulación del agua mientras sucede el orgasmo.

Creo que la primera vez que tuve una experiencia multiorgásmica, fue con la regadera de agua. Después, en otras ocasiones, lo he logrado con mi mano, y otra vez con un vibrador. En todas las ocasiones, el estímulo sucede exclusivamente sobre el cítoris.
Para lograr esto, justo en el momento en el que tienes el orgasmo, es importante no dejar de estimular el clítoris, aunque la sensación es bastante molesta por un pequeño periodo de tiempo después del orgasmo. Si logramos mantener el estímulo por un rato, se empieza a sentir una nueva excitación, que no se construye desde abajo, como cuando empezamos a estimularnos, sino que prosigue desde el momento justo antes del orgasmo, y entonces se empiezan a desencadenar una serie de orgasmos mas o menos seguidos, que en mi experiencia y si el estímulo se mantiene, se desdencadenan cada minuto o cada dos.

Es divertido e inquietante ver como nos acercamos al límite, y empezar a contar los orgasmos, uno, dos, tres... hasta cinco he obtenido en 10 minutos.
Sin embargo he de mencionar que es una sensación discretamente enloquecedora.... Muy desconcertante y extrema.... he empezado a sentir mucho calor, que la cara se ruboriza y también una gran inquietud psicológica. La mayor disyuntiva es: En que momento me debo detener? a donde puedo llegar? El mayor tiempo que lo he soportado, es 10 minutos. Y después de la experiencia, me he encontrado con que siento un frío muy grande que me hace temblar, como si mi temperatura hubiera subido mucho durante la experiencia multiorgásmica. Es un poco como forzar el cuerpo a lugares visitados infrecuentemente...

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Me entretengo leyendo tu libro

Maravillosa suerte la de conocer al autor del libro: tú. Privilegio el de escuchar de viva voz, del autor de la poesía, desde el libro impreso, los poemas escritos para mi. Algunos de los cuales tengo el original, otros que no conocía.
Lo bueno de conocerte, es que al leerte, se exactamente de lo que hablas...
Me entretengo tratando de adivinar a quien escribiste los otros poemas, tengo la certeza de varios, otros la duda...que persistirá, ya que los caballeros no tienen memoria y no sueltas prenda...

lunes, 17 de noviembre de 2008

Orgasmos via vibrador vs. orgasmos con un amante amado

Siempre es divertido explorar la sexualidad propia, y experimentar. Recuerdo cuando salieron al mercado los cepillos de dientes que vibran para limpiar los espacios entre las muelas, y las perversas ideas que me dieron. Pensé, nunca podré volver a ver igual a una persona que se mete al baño con uno de estos cepillos vibradores, y después cierra la puerta con llave...
Efectivamente, como se imaginarán, se me ocurrió ponerme el cepillo de dientes en salva sea la parte. Una cascada de sensaciones se dejaron venir y fluyeron desde el centro de mi ser, y en unos cuantos minutos me encontré a mi misma obteniendo un fuerte orgasmo.
Lo cual me llevó a empezar a explorar la idea de comprarme unos juguetitos para mi beneplácito. Comencé a investigar las posibilidades, y a conversar con unas amigas más experimentadas. Me comentaron que existía un vibrador maravilloso, "el del conejito".
Empecé a buscar en internet, y encontré el mentado consolador. Sonaba muy interesante: un par de controles, forma de pene, y adentro del cuerpo, unos balines que giraban y prometían estimular la entrada de la vagina. La mejor parte es que en la base del pene, un simpático conejito vibra sin parar y con sus orejitas estimula el clítoris. Imaginar la sensación de tener un pene que gira por dentro y un conejito que por fuera estimula el clítoris me volvía loca....
Leí excelentes recomendaciones, y me dispuse a buscar donde obtenerlo. La primera decepción fué que en México no había manera fácil de hacerse de uno. Leí las diferencias entre los materiales y vi que algunos son más fáciles de lavar, con menos riesgos y más durables.
Encontré un lugar en México donde podría obtener juguetes, una librería con sex shop. Me dirigí al lugar, y mi primera sorpresa, fue cuando vi el tamaño. La mayoría de los consoladores me parecían descomunales. No podía imaginarme como algo así podría entrar en mi sin partirme en dos.
Me decidí por un vibrador pequeño, de la marca alemana Fun Factory, un simpático delfincito rosa, que se veía tan inocente... De silicón, no absorbe olores, es hipoalergénico, fácil de lavar y a prueba de agua. Si alguien se lo encuentra, no podría imaginarse lo que es...


No podía esperar más para llegar a mi casa y uti lizarlo. Lo primero que hice fue buscar el par de pilas triple AAA que usa, y prenderlo. Tiene un par de controles, un + y un -. Al presionar el +, empieza a vibrar, y si uno mantiene la presión, la intensidad de la vibración se incrementa. Si se mantiene aún más, empieza a vibrar intermitentemente, haciendo ruuun ruuun ruuun, si se sigue presionando el +, cambia el ritmo de vibración a mas rápido, haciendo runrunrunrun...
Al presionar el -, se regresa por el camino en sentido inverso.

Lo metí adentro de mi, y al principio me costó un poco de trabajo que entrara. A pesar de ser no muy grande, era un poco grande para mi. Lo encendí adentro de mi vagina, y no noté que estuviera haciendo mucho por mí, así que lo saqué y lo coloqué sobre mi clítoris y UUUAA!!! que sensación!!! es super intensa y exactamente sobre el punto adecuado. Tuve mi primer orgasmo con el delfín rosa, en un tiempo ridículamente corto.
Eso abrió una serie de oportunidades irresistibles de obtener orgasmos casi instantaneos tan frecuentemente como fuera posible... Sin embargo algo dentro de mi faltaba... Los orgasmos del cítoris son menos satisfactorios en mi opinión que los orgasmos en los cuales se estimula la vagina.
Y fue entonces cuando decidí que debería comprar un vibrador tipo el conejito, que estimula la vagina y el clítoris a la vez.
Volví a la librería con sex shop, y en esta ocasión no me pude decidir entre dos opciones: un vibrador con forma de pene, y con el conejito en la base, color rosa fosforescente y con un control que viene con un cable enroscado más o menos largo, que tiene un switch para encenderlo, y un par de diales, para aumentar la velocidad de giro del pene (con los balines que giran en la abertura de la vagina) y el otro díal para aumentar la fuerza de vibración del conejito.



El otro vibrador es un simpático gusanito, con una cara igual de inocente que la de mi delfin. En realidad son un par de gusanitos, uno grande, gordo y con unos anillos gruesos en su cuerpo, y el otro en la base, para estimular el clítoris. Los dos están saliendo aparentemente de una manzanita. Igualmente de inconspicuo color rosa. En silicón, facil de lavar, no retiene olores y es a prueba de agua. Es de pilas y en el mango están los controles, el encendido y un par de diales, uno para la velocidad de rotación de los balines que tiene adentro del cuerpo el gusanito grande, y el otro para controlar la fuerza de vibración del gusanito chico. Además de la simpática leyenda en el mango "love yourself"





El primero que utilicé fue el del conejito. Lo inserté dentro de mi, y el ancho fue correcto, solo que la sensación de frío dentro de la vagina no fue muy agradable de inicio. La otra desilusión fue, que la posición del conejito no era suficientemente inclinada para estimular mi clítoris! pero afortunadamente, nada que no se pudiera resolver inclinando hacia enfrente el conejito.



Interesante sensación, la de las esferas girando en la abertura de la vagina, y las orejitas del conejo revoloteando sobre el clítoris... Otro orgasmo en un tiempo ridículamente corto! La potencia de vibración del conejito era deliciosamente fuerte.
Un poco intimidante la forma de pene, como para nunca dejarlo olvidado por ahí.

Otro día decidí probar el gusanito. No hubo manera de que me entrara. Al parecer mi vagina no estaba acostumbrada al ancho del gusanito. Tuve que sacarlo y poco a poco irmelo metiendo hasta que pude soportar el dolor en la entrada de la vagina. Este vibrador no me pareció en un inicio tan bueno, ya que la vibración del gusanito chico para el clítoris no era muy fuerte, o ya estaba mal acostumbrada al delfín y al conejito.

Hasta que descubrí la manera ideal de utilizarlo: si lo insertas y lo sueltas, tiende a salirse, así que la jugada es meterlo y sacarlo constantemente de manera que el clítoris se estimula intermitentemente. Que manera de venirse!!!!! ya que uno se acostumbra al ancho, este vibrador hace que la vagina se abra mucho y acaricia la abertura de una manera increíble.

Lo ideal para utilizar los vibradores, es estar caliente de antemano, lo cual se logra con un poco de imaginación, el coctel de hormonas adecuado o ya de perdida, un buen video erótico.
No hay nada para mi, como un video donde se vea como entra y sale un pene de una vagina, sobre todo si trae imagen de la penetración. UFFFF hermosa palabra...Penetrar... de solo pensar en ella, me dan escalofríos...

He estado un tiempo divertida con mis consoladores. Son super buena onda: nunca dicen que no, están duros en cuanto los sacas de la bolsa negra donde duermen, y hacen que te vengas en unos cuantos minutos... Se lavan con jabón y quedan como nuevos listos para la acción.

Sin embargo, he de confesar que a pesar de mi afición a los vibradores, nunca es igual (afortunadamente) que los orgasmos obtenidos con un hombre, con un amante amado, un ser dispuesto a hacerte morir de placer.

El vibrador es como hacer el amor sola, y nunca se puede igualar con la increíble sensación de un pene desnudo entrando en la vagina. Un delicioso y cálido pene, con la piel suave y venosa, con la cabecita bien tiesa, deslizándose suavemente afuera de una vulva bien mojadita de deseo. Y la deliciosa inquietud de que vendrá después... El vibrador nunca cambia por su propia voluntad de ritmo, esa enloquecedora situación de no saber si ahora entrará hasta el fondo, ahora lentamente, ahora rápido, ahora saldrá por completo. Creo que lo mejor es cuando sale por completo de la vagina y vuelve a entrar lentamente hasta el fondo, lentamente una y otra vez, mientras sientes la manera como la cabeza roza la entrada de la vagina, cada vez que entra y sale, y la mejor parte que es ver el rostro de tu amante amado, su expresión de deseo, sus ganas de hacerte vibrar, el objeto de tu pasión, y así hasta que no lo puedes soportar más y explotas en olas de placer que nacen de la vagina, recorren tu cuerpo por las extremidades y sientes como te contraes alrededor del pene, una, otra, otra vez , y otra y otra y otra...

reflexiones acerca de Viagra

Maravillosa invención la del Viagra, ¿no es así? Millones de hombres que padecen de erecciones poco fuertes, que se les bajan o que no les dan, por fin pueden tener la seguridad de que si toman una pastillita, en media hora obtendrán una erección de piedra.
Suena demasiado bueno para ser cierto... porque aunque es cierto que si deciden tomar la píldora y esperar la reglamentaria media hora que ya de por si puede acabar con el momento, el Viagra no es la solución para tener relaciones sexuales satisfactorias.
Y se preguntarán ¿cómo es eso? Si el problema es la falta de consistencia de la erección, o la impotencia, y con la pastilla la obtengo, entonces, ¿cuál es el problema?
La cuestion es esta: El Viagra nunca proporcionará el deseo. No sirve para tener control eyaculatorio. No hace a los hombres mejores amantes, si antes de tomarla no lo eran. El Viagra no da creatividad, amor, pasión. No los hace aguantar más ni adivinar que es lo que la pareja quiere. No nos hace, en resumen, tener relaciones sexuales satisfactorias. Hace que los hombres puedan tener una erección y eyacular, pero no nos dice en cuanto tiempo.

Es encantador ir a la farmacia un viernes por la tarde y ver la cantidad de señores que están comprando el hermano del Viagra, el Icos, que tiene la ventaja de que dura 36 horas su efecto, para sus encuentros de fin de semana, para estar ad-hoc y quedar bien...

Asi que señores, siento decirlo, pero si quieren tener sexo dulce, violento, embriagador, si no se ponen las pilas, practican, hablan, sueñan, conversan, nos hacen sentir deseadas, nos desean, nos lo dicen, y practican su control eyaculatorio, seguiremos igual de insatisfechas sexualmente que antes de que resolvieran sus problemas de erección.

domingo, 9 de noviembre de 2008

La nínfula

Dice mi hermana que por alguna extraña razón, me topo con los hombres más pervertidos. Un día contaré las veces que me ha tocado enfrentarme a situaciones poco agradables .
Cada vez que hablamos de eso, recuerdo la lectura de Lolita de Nabokob, y pienso que es probable que yo caería en la definición de nínfula:

"Entre los nueve y los catorce años, surgen doncellas que revelan su verdadera naturaleza, no humana, sino nínfica ( o sea demoníaca). Propongo llamar nínfulas a esas criaturas escogidas. Son nínfulas todas las niñas? No, desde luego. Tampoco es la belleza una piedra de toque. Es la gracia letal, el evasivo, cambiante, anonadante, insidioso encanto mediante el cual la nínfula se distingue de esas contemporáneas suyas que dependen incomparablemente más del mundo espacial de fenómenos sincrónicos que de esta isla intangible de tiempo hechizado.El número de verdaderas nínfulas es harto inferior al de jovenzuelas provisionalmente feas, o tan solo agradables o simpáticas, o hasta bonitas y atractivas, comunes, regordetas, informes, de piel fría, niñas esencialmente humanas, vientrecitos abultados y trenzas, que acaso lleguen a convertirse en mujeres de gran belleza.Si pedimos a un hombre normal que elija a la niña más bonita en una fotografía de un grupo de colegialas, no siempre señalará a la nínfula. Hay que ser artísta y loco, un ser infinítamente melancólico, con una burbuja de ardiente veneno en las entrañas y una llama de suprema voluptuosidad siempre encendida en su sutil espinazo, para reconocer de inmediato, por signos inefables -el diseño ligeramente felino de un pómulo, la delicadeza de un miembro aterciopelado y otros indicios que la desesperación, la vergüenza y las lágrimas de ternura me prohiben enumerar-, al pequeño demonio mortífero entre el común de las niñas; y ahí está, no reconocida e ignorante de su fantástico poder "

Contradicciones


¿Que será la verdad?
¿Que será lo que piensas, cuando te encuentras solo contigo mismo?

Pensándolo bien, hay dos posibilidades, ambas contradictorias:

Una que el erotismo, que es discontinuo, lo que desee sea búsqueda de placer, sexo común y corriente, diversión, novedad, probar, comparar, experimentar. Esta posibilidad se puede convertir en una situación autodestructiva. En ella no existe el compromiso, y cuando acabes de irte, te dejará intacto. Todas la veces que suceda.

¿Cómo es la ruta grave en que pones a todas en sus espadas? ¿Como es el final de cada historia de amor? ¿Como logras concluir con cada una? ¿Cómo es el recrear la misma situación incontables veces, sin que ninguna deje huella en ti? ¿Es que todas te acarician el pelo engañadas? ¿Es que nunca te llegan al interior? ¿Es que tienes un compromiso tácito de impedir que alguien vea tu alma, mientras en la periferia existe este erotismo discontinuo? ¿O es simplemente que a ninguna amas?

Según lo que llego a entender del erotismo de Francesco Alberoni, es que uno solo puede amar a una persona. Lo demás son engaños o simplemente ilusiones. En general me parece que Alberoni esta hablando únicamente de sus teorías y de lo que el cree, que probablemente esté influído por la cultura occidental. Su visión del erotismo me parece muy parcial. ¿En que se basa para decir lo que afirma? ¿Que estudios tiene para respaldar sus teorías? ¿es sexólogo acaso? ¿psicólogo? Al parecer es sociólogo. ¿Lo que escribe esta documentado, o es lo que el ha visto en su vida o la situación ideal desde su punto de vista? ¿O es lo que los monoteístas quieren creer?Sin embargo, supongamos que su teoría es cierta y uno solo puede amar a una persona. Si eso es cierto, hay dos opciones. Que los años en los que construímos nuestro espacio atemporal sean una falacia. Que nunca me hayas amado, a pesar de que lo afirmabas constantemente, y a pesar de que estabas comprometido con otra mujer. Que te sintieras libre de decirlo ya que como yo estaba comprometida a mi vez con otro hombre, era imposible que algo sucediera. Si ese es el caso, nunca nos amamos en realidad. Fue solamente un espejismo. Una falta de conocimiento acerca de como debe ser el amor (monógamo y exclusivo). O la otra posibilidad es que si me hubieras amado, y por lo tanto no pudieras amar a la persona con la que estabas comprometido. Tu dices que cuando nos separamos, sufriste de una manera muy grande. Esa es la prueba de que me amabas. ¿Que pasaba en tu vida real? ¿Te consolabas con tu mujer? ¿ella notaba tu tristeza?

La otra, que es más romántica y emocionante, y me gusta más, es que sea una clase de fuerza del destino. Una situación que nunca concluyó, que nunca se elaboró. Una forma de construir lo que quedó inconcluso. Lo que se quedó en pausa. Al recorrer nuestra historia escrita, se puede notar como se fue construyendo el amor.
"Es cierto que la guerra fue primero, la muerte fue después, pero el amor fue cierto y te mantuvo a salvo para morir mil veces".
Es cierto que al inicio era curiosidad y una inexplicable y sutil fuerza que me atrajo a ti. Algo fuera de lo racional. Por tu lado, es cierto que al inicio, por la lejanía, fue no más que un titubeo. Y poco a poco, a base de irlo construyendo diariamente con nuestro contacto escrito, así como de las esporádicas veces en que uníamos nuestros cuerpos tratando de encontrar al amo de nuestros demonios, esa fuerza fue creciendo y convirtiéndose en una clase de amor intemporal y perfecto. Una ilusión intacta al tiempo y a las circunstancias. Un oasis del hastío diario, de la aburrición, del deterioro. Cuando me veía en el espejo, descubría a mis labios violentos queriendo devorarte. Ese amor me hacía feliz. Me daba fuerza y me recreaba. Me hacía sonreir cuando nadie me veía.

Es cierto también que algo me alejó de ti. Algo que me transtornó por completo. Algo que me desmoronó, y que no estaba relacionado contigo. Algo que me hizo hundirme en un abismo infinito, del cual, después de muchos años y la decisión consciente de querer dejarlo atrás, finalmente pude surgir.

Es cierto también que durante todo el tiempo en que no estuvimos unidos, tu presencia se hacia sentir con cierta frecuencia.
En tus palabras, "Sabes que sigo intrigado y curioso sobre el amor... y muchas veces pienso en ti, en la historia que constuimos y destruimos en pocos meses, en la profundidad de su huella, en el efecto sobre nuestra capacidad de amar, en los sentimientos y las sensaciones que nos causaron, en la forma que me hicieron soñar, en el misterio de nuestros breves momentos juntos, en la magia de la sabiduría sobre nosotros, en nuestras teorías del amor, en los problemas paradójicos al estar juntos, en la ilusión, la vida, la alegría, la esperanza que me dio nuestra cercanía, nuestra relación... y su precipitosa, vertiginosa desaparición... qué fue? por nos escogió? adónde fué?"
O más recientemente: "es posible que tuviera curiosidad de entender si alguna vez me quisiste y porque? o porque dejaste de hacerlo...
O como es que conseguiste borrarme de tu vida completamente por muchos años y un dia decidiste contestarme..."

Lo único que tengo para poder decidir cual de las dos opciones es la real, es lo que puedo ver.
Es increíble el miedo que tienes de decir algo mas que "te quiero". ¿Estás predispuesto a negar todo sentimiento fuera del amor conyugal, a causa de nuestro amigo Alberoni? ¿O simplemente te da terror el llegar a amarme y por consiguiente, según lo que afirma Francesco, dejar de amar a tu mujer?
Es cierto que a pesar de estar tan ocupado, encuentras el momento para que nos veamos. Es cierto que tomas el tiempo para comunicarte conmigo.
Es definitivo que la magia que siempre tuvimos, persiste. Es cierto que el deseo sigue, y es más fuerte cada vez. La sabiduría acerca de nosotros continúa.
Es imposible que alguien pueda hacer el amor de esa manera sin que deje huella en él. Es imposible que de alguna manera no estemos creando un vínculo a pesar de no quererlo.

Tu dices: "aún existe un poderoso sentimiento de miedo a que me abandones, algo que no es una idea, no es racional"

¿A que le tienes miedo? ¿A permitir que suceda lo que tenga que pasar?
Lo que sea que tenga que suceder, no afectará el modo en que tu vida es actualmente. Lo único que siempre he querido es solo lo que tenemos: esa mágia que me hace estremecer. Esa llama inextinguible. Esa suerte de haber encontrado al hambre junto a las ganas de comer. Esa ilusión de volver a descubrirte. Esa maravilla de poder coger como dios manda, haciendo todo el ruido necesario, tomando todo el tiempo que se requiere, disfrutando con las cochinadas que se te ocurren.

Fue conmovedor para mi, el otro día que conversábamos nuestras más ocultas y descabelladas fantasías, cuando te preguntaba si te gustaría ver como otro hombre me coge, tu respuesta: "No, no te rías, no." O cuando te comentaba las fantasías de mi cuñado de que seguramente quiere coger conmigo que dijiste "ya entiendo...cabrón !!!"
Ese tipo de celos me enternece y me conmueve. ¿Serán la prueba de que me deseas solo para tí?

¿Cuál será la verdad?

¿Será que nunca me has amado y que no tienes intención de hacerlo?
¿Será que siempre me has amado, y lo has ocultado de ti mismo?
¿Será simplemente que creías amarme pero que fue solo un espejismo?
¿Será que intuyes la posibilidad de que el amarme pueda arrastrarte, derrumbar tus paredes, y que ambos seamos consumidos por el fuego?
¿Será que esta posibilidad te quitaría la otra de poder sanar a través de amar a tus hijos y estar cerca de ellos?
¿Será que podamos seguir viviendo como hasta ahora, cada quien con su familia y amándonos cuando nos vemos?
¿Será que esta situación es insostenible?

Como ves, hay muchas más preguntas que respuestas

lunes, 3 de noviembre de 2008

La primera vez que sentí un orgasmo

Hay recuerdos que se pierden en el tiempo... Yo no recuerdo cuando fué la primera vez que sentí un orgasmo, pero creo que fue como a los 13 o 14 años de edad, a través de un sueño erótico.
Que calenturas de aquellos tiempos!!!

Recuerdo la sensación inmadura y super intensa de sentir la mano de un hombre sobre mi hombro, y la excitación que esto me causaba...

En esas épocas no tenía la menor relación física con ningún hombre... Me pregunto si la intensidad de las sensaciones será más grande a esa edad?

Alguien puede contar si fajar o coger es más intenso durante la adolescencia?

otras entradas

Blog Widget by LinkWithin