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domingo, 31 de enero de 2010

imagino mas

Tus palabras resuenan en mis órganos

el deseo se deja escurrir entre mis piernas
y nadie alrededor se imagina
que en mi mente, trastornas, vuelcas, provocas.

Son sólo tres párrafos y una presencia virtual
y la sugerencia del deseo que te invade
quieres desayunar, pero a mi
y entras en mi cabeza
en el recuerdo de tenerte entre mis piernas,
mientras te miro, sentada
tu hermosa cara, viéndome desde abajo
jugando con mis partes más sensibles
esos ojos oscuros, almendrados, enormes
observando mis reacciones.
Tu lengua, pintando levísimos surcos
sobre mis labios más delgados.
Mientras tu mirada no me abandona

Te pido, Tócame...
...¿Así? me lames como gato
limpiando mis jugos
de la manera más suave posible
Se forman hilos de humedad
que unen tu lengua.
La tensión me incita
me enloquece, me mata.

Y gozas viéndome
mucho antes de que yo te toque.

Quisiera hundir mi boca en tus labios gruesos
rojos, hinchados, mojados, dices
otra vez, mientras mi nariz te acaricia el clítoris.
Estoy en armas. inmensas.

Y luego entrar en ti, desesperadamente
¿Hasta que se me ponga roja la cara?
¿Cómo seguramente tengo la caverna?
¿Taladrándome hasta que muera?
Así... hasta que te abras y te cierres sobre mí
sujetándome con tu cuerpo.

E imagino
¿Igual me desearías si no tuviera rostro de ángel?
¿Si mis rizos no cubrieran tu pecho?
¿Si mi delgada cintura no cupiera entre tus manos?
¿Si no tuvieras que abrir mis nalgas para entrar?
¿Aunque no existiera esta extraña paradoja fútil
de mujer en cuerpo de adolescente?

Y sigo imaginando
que es solo un deporte
que no hay nada en especial
que es una casualidad esperada
que sucederá mientras lo permita
mientras me sigas poseyendo a la distancia
tus palabras resuenen en mis órganos
y esta erección interna
perdure
y me consuma por completo.

jueves, 21 de enero de 2010

que cosa fuera la maza sin cantera


un amasijo hecho de cuerdas y tendones
un revoltijo de carne con madera.

Dormir desnudos: no tan buena idea.
En la duermevela,
la maza insiste, se mete entre mis nalgas
estira mi piel, trata de entrar.

Me doy cuenta de que estás completamente dormido,
quien sabe que sueñas
pero yo noto el resultado
que me impide descansar.

Es hora de acabar,
algo hay que hacer
para terminar con la insistencia
y dejar de reiterar
Tu carne tratando de entrar en la mia
buscando su lugar.

Me despierto por completo,
cierro los ojos,
siento tu piel
huelo tu pecho,
y me abro
para que puedas
encajar.

Ya todo es suave, líquido, fluído
adentro es calor y humedad.

Y así pasan los minutos
de ese leve movimiento
que me penetra por detrás

Mi cuerpo se endurece
cierro los ojos
siento tus dedos
despiertos entre mis piernas
nunca dejando de atacar

Y me convulsiono, rápidamente
respiro fuerte
empiezo a cantar.
El vértigo te estremece...
Por fin la maza se suaviza
y me deja descansar...

un testaferro del traidor de los aplausos

un servidor de pasado en copa nueva
un eternizador de dioses del ocaso
júbilo erguido con trapo y lentejuela

jueves, 14 de enero de 2010

frio

Me levanto en la noche, el viento azota los cristales, silba y canta. Afuera hace mucho frio.
Es un lobo agudo, que se escucha solamente en noches como esta.
Casi imposible determinar por el tacto si las sábanas de franela están solo heladas, o si en realidad están mojadas. Mi cuerpo cambia un centímetro de posición e inmediatamente encuentra una sombra fría. En la oscuridad, mis sueños se confunden.
A veces me pasa, despierto con el corazón en la garganta, con la certeza de que es el último momento de mi vida. Así en lo negro, es imposible saber quien soy, en que año vivo, y quien respira junto a mi.
Mi nariz está helada. Mi corazón igual. Me coloco frente a ti dándote la espalda. La tibieza de tu cuerpo me conforta, pero por un segundo la incertidumbre me asalta.
¿Quién está acostado atrás de mi? ¿De quién es el cuerpo que me calienta?
Escucho tu respiración, y un escalofrío me recorre.
A media noche, y en la negrura absoluta, no sé quien duerme junto a mi. Podría haber despertado mil años antes, o mil años después. O solamente 15. O un mes.
Podría ser que fueras tu, o no.
A veces, así en la noche, después de la confusión de mis sueños, no puedo asegurar quien eres, ni donde estoy. Cierro los ojos, y trato de adivinar sintiendo tu cuerpo. Son iguales, tienen dos piernas, dos huevos, dos brazos, un pene. Casi se podría decir que roncan igual. Hay diferencias, si, pero en realidad son sutiles. Y me hacen sufrir.
Tus brazos me sujetan, tus manos se posan sobre mis senos. Es casi un reflejo, al sentir mi cuerpo. Siento tu verga palpitando entre mis nalgas, creciendo, te escucho dormido. Una gota se desliza entre mis piernas. Instantaneamente se enfría.
Y cierro los ojos, pensando quien quiero que seas en realidad hoy.

miércoles, 13 de enero de 2010

Roxxy, la robot sexy

Es sorprendente de lo que somos capaces los seres humanos para reproducir nuestras fantasías.
¿Te gustan los coches? Esta robotita, puede platicar contigo de lo que te guste. Tiene un esqueleto, y está recubierta con "piel" parecida a la humana.
En su espalda, está conectada a una laptop para saber que decir dadas las circunstancias. Siente tu mano cerca de la suya, y dice "me gusta que me tomes de la mano."
Posee sensores en lugares estratégicos. Puede sentir cuando la mueves, pero no puede hacerlo por si misma.
De hecho, sigue conversaciones sencillas con su interlocutor.

Tiene 3 diferentes personalidades: "Wendy la salvaje", "Farrah, la frígida", y "Martha la Madura", vale $7000 dolares y una cuota mensual (Supongo que para recibir nuevas conversaciones...)
Su creador, un ingeniero que incialmente quería reproducir a una fallecida amiga, dice que al principio solo estaba tratando de crear una compañía.

En el libro "amor y sexo con robots", de 2007, el jugador de ajedrez británico y experto en inteligencia artificial David Levy argumenta que los robots se convertirán en parejas sexuales significativas para los seres humanos, dando respuesta a necesidades que otras personas son incapaces o no quieren satisfacer.

¿Será que algún día nuestros mejores atributos serán sustituídos por una linda robotcita?
Le daré 10 puntos al que me diga que tiene de raro en la foto...

viernes, 1 de enero de 2010

escena

Una sola escena
Estabas tu, acercándote hacia mi. No hablabas, yo tampoco. Yo empezaba a tocar tu cuerpo, sobre tu ropa. Te abrazaba y sentía tu torso cónico como de delfín debajo de mis brazos. Subía y bajaba mis manos sobre tu espalda. Sentía tus rizos tiesos entre mis dedos, tu cuello, tus nalgas, los músculos duros bajo la piel de tus brazos fuertes.

Y tu me besabas. Era como si me dijeras que me querías, yo sentía el amor entrar a través de mi boca, por toda mi piel, mis poros se abrían y ese maravilloso sentimiento entraba en todo mi cuerpo y en mi alma. Yo sentía tu alegría, tus ganas, tu deseo en todo mi cuerpo. Sentía tu pene vertical y rígido sobre mi abdomen. Protuberante, más aún que tus pestañas y tu boca. Era tan real y tan intenso, tan fuerte, mágico. Casi verdadero. No decías nada, pero yo lo sentía, mi mente sabía lo que tu me transmitías a través de tu cuerpo. No había miedo, no había dolor, ni emocional ni físico.

En ese momento desperté. Todavía podía sentirlo. Y repentinamente, me di cuenta de que solo era un sueño.

Gruesas lágrimas me brotaban de los ojos, pero no tenía un nudo en la garganta. Era como una regaderita mojando mi almohada. Con ese llanto se iba limpiando mi alma, mientras regresaba a la realidad. Era incontenible, silencioso, pero a la vez reconfortante.

Y tu notaste mis lágrimas. Creíste que tenían relación contigo. Silenciosamente me abrazaste por atrás. Besabas mi cuello, metías las manos por debajo de mi ropa. Sentí tu pene como palo tanteando mis nalgas.
-¿Vas a querer que te haga un huevo para desayunar?
-Mmm prefiero chorizo..

Toqué la punta de tu verga, que me golpeaba la espalda.

Comenzaste a desnudarme, y yo a sudar. Me quitaste toda la ropa, y me jalabas los pezones. Sentía mi vulva hincharse, mojarse, casi podía verla enrojecida y abultada.

Metiste dos dedos en mi boca,  después los colocaste entre mis piernas, rozándome suavemente el clítoris.

Te abracé con una pierna, para que pudieras alcanzarme mejor. Tu otra mano recorría mi vientre, y moldeaba mis senos.

Me colocaste boca abajo, y metiste cada uno de tus dedos dentro de mi. Todos quedaron pringosos, resbalosos, cubiertos de mi jugo. Untaste con el mi culo, y metiste dos dedos en el, y tres en la vagina. Cerré los ojos, cuando metiste la otra mano por debajo de mi cuerpo para acariciarme, con la presión justa y en el lugar perfecto, por adelante.

No creo que muchos sepan hacerlo, pero tu lo dominas. Tus caricias no son muy suaves, pero tampoco fuertes. Tienen la intensidad perfecta para convertirme en huracán, para desquiciarme por completo, para hacerme sentir esa agradable sensación de que me voy a venir en tus manos. Yo quietecita lo sentía venir, crecer en mi vientre, ondular en cosquillas sobre la ingle.

Ha sido uno de los orgasmos mas fuertes que recuerdo. El vértigo me sobrecogió, y un alarido salió de mi pecho. Continuo, largo, potente, igual que el sentimiento en mis entrañas.

Hoy inició un año nuevo, mezclado de lágrimas y orgasmos

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