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jueves, 29 de enero de 2009

Extrañándote parte 2

Mientras miraba el vídeo donde frotabas tu glande contra mi vientre
me vine

y como soy una golosa
notando que podía seguir tocándome
y no me dolía
continué

el siguiente vídeo es donde
tu me sientas en el tocador
me pones una mesita abajo de una pierna para que me apoye
y te paras enfrente de mi
estas con el pene viendo al cielo
airoso y erguido
y yo estoy acariciándome el sexo de arriba a abajo
entonces colocas la cabeza del pene sobre la entrada de mi vagina
guapo como me enloquece eso
y poco a poco
siento como entras en mi
ese calor suave
que me da escalofríos
mientras tomas fotos con tu cámara
y jadeas
y yo siento que me voy a morir de placer
como mi sexo se humedece
contigo adentro
se ve en el vídeo
como aprietas las nalgas
mueves la cadera de adelante hacia atrás
con las dos manos te aferras de las mías
y te asomas sobre mi hombro
para ver la imagen en el espejo
guapo, y yo gimo
ruidosamente
siento un placer incontrolable
de sentir como entras y sales
entonces te digo
ya me voy a venir
y empiezo a contraerme al rededor de ti
y casi inmediatamente
tu dices
yo también
desencadenando una espiral de voces


Mientras veo todo esto
guapo, me estoy acariciando
pero me haces tanta falta adentro
que empiezo a meterme 3 dedos
mientras veo como acercas la cadera hacia mí
mis dedos son tu sexo
y con la otra mano
hago círculos sobre mi clítoris
y empiezo a notar
que estoy muy cerca...


Termina el vídeo
ya no tengo imagen
pero no puedo sacar las manos
ni un segundo
así que tu imagen sigue en mi mente




Cierro los ojos
y recuerdo
la ultima vez que nos vimos
cuando estabas
hincado entre mis piernas
tu miembro me taladraba
rápidamente
te inclinas hacia mi


tu torso sobre el mío
besando mi cuello
y como estoy completamente enloquecida
de placer
sintiendo que los dos nos convertimos en un solo ser
como si la frontera entre tú y yo se disolviera
y vuelvo a sentir que estoy a punto de correrme
Aprieto los párpados
arqueo la espalda
y eres tú
el que me da ese placer
nuevamente
siento las contracciones al rededor de mis dedos
y olas que me recorren la espalda
me quedo acostada en mi cama
extrañándote como una loca
sabiendo que nunca es igual que cuando estamos juntos
aunque la imagen me consuela...

miércoles, 28 de enero de 2009

echandote de menos parte 1


La curiosidad de tu boca me despierta;
cuando cierras los ojos y abres el corazón
vuelve a la vida el barro congelado
y el animal antiguo dentro de mi, regresa

Cuánto echaba de menos un verso tuyo...


No tenía nada que hacer en la mañana.

Sorpresivamente nadie llamaba por teléfono,

mi trabajo estaba terminado

y yo, pensaba en ti

Estaba sola

como normalmente estoy en las mañanas.

Tomé mi computadora y me fui a mi cuarto

y sobre mi cama, me dediqué a ver nuestros vídeos.

Estaba muy cómoda, puse uno que me gusta mucho

que tomamos con mi cámara, utilizando el tripié.

Ese vídeo me gusta en especial porque es fuego puro.


Empecé a sentirme muy excitada viendo como te comía

como estabas completamente desnudo

y yo completamente vestida

mientras tu pene entraba y salía de mi boca

luego, me llevaste frente al espejo

te colocaste atrás de mi

me bajaste los pantalones mientras frotabas tu polla entre mis nalgas

y metías la mano adentro de mi tanga por adelante

acariciándome


Después de ver esto, me sentía muy mojada

con unas ganas impresionantes de tenerte ahí junto

y sentirte como lo estaba viendo en el vídeo

entonces, me desnude de la cintura para abajo

mientras observaba como me doblabas hacia adelante


Hacías a un lado mi tanga y me penetrabas, suavemente

recuerdo lo que sentía en ese momento

como resbalabas fácilmente adentro de mi

como el borde del glande rozaba la entrada de la vagina


Entonces guapo, empecé a frotarme

con dos deditos me acariciaba de adelante hacia atrás

estaba tan mojada, que necesitaba un poco mas de sensación

y de la otra mano, metí dos dedos adentro
imaginando que eran tu miembro

que entraba y salía de mi,

yo gemía y me acariciaba por adelante

sentía un cosquilleo entre los muslos,

mientras veía como muy lentamente movías la cadera de adelante hacia atrás

y yo me hacía para atrás, tratando de que toda mi vulva tuviera contacto con tus empellones

entonces se ve en el vídeo que dices:

espera! espera!


Porque creo que sientes que te vas a venir

y me la sacas y me volteo,

comienzo a besarte

tu haces la cadera para atrás

para que tu pene no me toque

esperas unos segundos y comienzas a frotar el glande contra mi vientre


En ese punto del vídeo guapo,

siento que voy a explotar

que no puedo mas

que me voy a venir

mientras te veo

comienzo a sentir como mi vagina se contrae

y los oídos me zumban y vienen las olas de placer...

domingo, 25 de enero de 2009

Cuestiones que revelan tanto de ti...


Un día que estabas un poco alcoholizado:

-Preciosa sabes, un día me gustaría hacer el amor contigo y con otra mujer

-Mmm, creo que en fantasía puede ser increíblemente erótico, ¿tienes idea de quien querría hacer algo así?

-¿No tienes alguna amiga que quisiera?

-No tengo una amiga, pero tal vez algún amigo interesado...

-Eso NO me gustaría.

-Ay si, que chistoso, quisieras que viniera otra mujer, ¿pero no otro hombre? tendríamos que ser equitativos ¿no crees?

-No, recuerda que no es que yo quisiera que tu y la otra mujer hicieran el amor, sino que yo lo hiciera con las dos... A menos de que ustedes me sorprendieran...

-No creo que fuera muy buena idea..

- ¿No me dijiste un día que querías que exploráramos juntos nuestra sexualidad?

-Me encantaría explorar mi sexualidad contigo, pero no la sexualidad de mis amigas... Creo que sería mejor que fuera alguien que tu trajeras, porque ¿imagínate que te encante una de mis amigas? ¿o que tú que tú le encantes a ella? o peor aún ¿Que descubro que a mi me guste mi amiga?

-El hecho de que esas preguntas sean tan difíciles, es parte de porque no dejo de pensar en esto...

-Además, si le dijera a alguna de mis amigas, me tomaría como completamente loca... Por otro lado, las cuestiones que te acabo de plantear serían en el mejor de los casos, pero existen otro tipo de preguntas posibles...

-Bueno, no sería cosa de llegar y proponerlo tal cual, habría que hacerlo de una manera cuidada y sutil...

-Si guapo, y tu que eres experto en el arte de la seducción, seguramente tienes una idea clara de como hacerlo...

-...¿Tu crees que así es?

-No lo creo, estoy segura, te conozco desde hace mucho tiempo, pero conmigo no tienes por que fingir... Tu crees que es diferente para mi que te cojas a tu mujer a que te cojas a otras? ¿Crees que pienso que soy la única? ¿Que me puedes decir de tu amiga Agnes? ¿No crees que a ella le podría interesar?

-(!!!) ¿De donde sacaste ese nombre?!?

-No sé guapo, ¿Agnes es tu amante también verdad? ¿donde vive?

-No te voy a decir nada hasta que me digas de donde sacaste ese nombre...

-mmm, ¿probablemente de tus amigos de Facebook?

-Ella no está en Facebook... Necesito que me digas de donde sacaste ese nombre...

-Ay guapo, pues de donde se te ocurre a ti que lo haya hecho... (!!!) (Es un hecho que no soy la única!!!)

-...¿De la vez que olvidé mi teléfono aquí?

-Jajajaja tu lo has dicho guapo, y ya se que ella también es tu amante...

-Se está distorsionando el tema, podríamos regresar a lo que estábamos hablando?

-Ay guapo, me vas a volver completamente loca...Porque un poco, ya estoy...

-Me estabas diciendo que había otro tipo de respuestas...

-Si, por ejemplo, otras preguntas podrían ser, ¿Qué tal que TU no le gustas a mi amiga? ¿Qué tal que deshago mi amistad por esa tontería? ¿Qué tal que es una mala experiencia en general? Por eso creo que debería ser en dado caso, alguien que tú trajeras, para que estuviéramos seguros de que quisiera estar contigo, para evitar que alguien que yo conozco estuviera involucrado, y además alguien que supiera que hacer con una mujer, porque yo nunca he estado así con una... ¿Alguna de tus amantes? ¿Que le parecería a Agnes?

-...Interesante... ella sería ideal porque también le gustan las mujeres. Vive en Alemania... Lo divertido sería que algún día tu y yo saliéramos de antros a ligar entre los dos a alguien mas... Para que de entrada supieran que el asunto es con los dos...

- (completamente shockeada...) Bueno, ¿y ella vendría en algún momento a México?

-No creo, por el momento...tiene una bebé pequeña.

-(!!!!!!!!!!!! ¿Será su hija?) Creo que para hacer algo así es necesario tener una relación sólida, sentir que no te perdería por hacer una cosa así. Y eso sencillamente no sucede. No siento que nuestra relación sea lo suficientemente sólida para poder resistir los sentimientos posteriores... Estamos jugando con fuego...

viernes, 23 de enero de 2009

La posibilidad


-Preciosa, he estado pensando mucho, y me gustaría la idea de que estuvieras embarazada.


-Guapo estás completamente loco, como se te ocurre!! me estoy volviendo loca de angustia, no puedo dormir, no puedo comer, me imagino todo lo que puede pasar.


-Yo creo que me hubiera encantado tener otro hijo, y si ahora la vida me lo envía así, ¿quién soy yo para decir algo? ¿Sabes que conozco casos de parejas que se han hecho ligaduras de trompas, y aún así han quedado embarazados?


-Si guapo, pero tú y yo no somos una pareja, somos amantes. Cada uno tiene su familia y su vida. ¿Como voy a tener un hijo tuyo mientras tu vives con tu familia y yo con la mía? Supongamos que pudiera hacer creer a mi esposo que ese posible bebé fuera suyo, ¿Qué te parecería que llevara su apellido? ¿Que lo amara como ama a los otros, que fuera la luz de su vida, y que tu no pudieras verlo nunca?


-Preciosa, sí somos una pareja, una especie de pareja no convencional, y sigo pensando que si llego a tener un hijo a través de mi diosa, sería muy feliz. Quien sabe lo que podría pasar más adelante en la vida...


-Guapo, me encantaría haber tenido un hijo contigo si viviera contigo, si no estuviéramos alejados, si tuviera 10 años menos y mi familia no existiera, de otra manera, es completamente una locura. Además yo ya no estoy en edad de tener hijos.


-Pues mi mujer tenía tu edad cuando nació nuestro segundo hijo, así que tampoco estás tan vieja.


-Si pero acuérdate que los riesgos son mucho mayores. Y yo ya tengo muchos niños. Ay Dios mio, ya que me venga la regla...


-Te quiero preciosa, estoy seguro de que todo saldrá bien...

miércoles, 21 de enero de 2009

Vulnerable situación

-Preciosa, necesito verte, necesito tenerte en mis brazos, ¿podrías el viernes?

-Guapo, estoy esperando la regla, me puede venir en cualquier momento, y faltan 3 días para el viernes.

-¿Y no cabe la posiblidad de que el viernes todavía no te venga?

-No guapo, de hecho si el viernes no me ha venido, estoy en serios problemas, y tendríamos que platicar largo y tendido.

-¿Desde cuando se supone que la estás esperando?

-No te quiero asustar, pero podría haber sido desde el domingo...

-...¿Y a partir de cuando se supone que son confiables las pruebas?

-...Guapo, no digas eso, me pongo mal, me angustio terriblemente.... Se que no debería tener motivos para angustiarme, pero si estuviera embarazada, sería tu hijo.

-...¿Y como lo sabes?

-Porque mi marido no me ha penetrado en todo el mes, y es mucho más de lo que quieres saber...

-Por favor avísame en cuanto suceda...


Me doy cuenta de la situación tan increíblemente vulnerable en la que me encuentro.

Si estuviera embarazada, ¿que haría?


Si estuviera embarazada, y le dijera a mi marido, me diría ¿Ah si? ¿estás embarazada? ¿Y cómo?

Sería una prueba incontrovertible de mi adulterio.

Si estuviera embarazada y te lo dijera me dirías: ¿Y como sabes que es mio?, que es lo mismo que decir ¿Y como sé que es mio?

Es aterrorizante pensar en lo que podría suceder con mi vida, pero son cosas que pueden pasar, cuando un hombre y una mujer follan. Los métodos anticonceptivos, pueden fallar.

Todo esto me ha hecho recordar una película que se llama La Letra Escarlata. Se trata de una mujer inglesa que llega a vivir a Estados Unidos en la época después de la colonia, y su marido la alcanzará mas tarde. Ella lo espera, pero pasa mucho tiempo y no llega, por lo que ella lo considera muerto. Entre tanto ella y el sacerdote se enamoran, y viven un romance apasionado. Como fruto de ese amor, nace una niña. Poco tiempo después el marido llega, y es obvio que la mujer fue adúltera. Es juzgada y obligada a portar una letra A roja sobre el pecho, que indica que ha cometido adulterio, como escarnio público.
Ella trata de rehacer su vida con dignidad, mientras el sacerdote, cobardemente, calla su paternidad, para cubrir las apariencias.

viernes, 16 de enero de 2009

Fóllame mucho

-Preciosa, quiero verte antes de irme de viaje, ¿podrías en la mañana, en el hotel de siempre?

-Si guapo, y te doy tu regalo de cumpleaños, quiero que te lo lleves a tu viaje.

Llegamos y en el cuarto nos abrazamos, mientras frotabas tu cuerpo contra el mío, y susurrabas en mi oído que me habías extrañado. Me separé y tomé el paquetito envuelto en papel de china y te dije, "ábrelo".

Un par de libros de relatos eróticos, para que me recuerdes durante tu viaje. Leímos juntos el primer cuento, mientras empezabas a desnudarte. Quedaste solamente con tu calzón, negro, que tenía un dibujo de reloj cucú en la bragueta. Reímos mientras separaba la abertura y exponía tu pene a través de la tela.

Lo tomé entre los labios, y empezó a cobrar vida. Introducía la lengua en la grieta de la punta, mientras sentía el primer líquido viscoso entre mis labios, formando hilos.

En unos segundos, se encontraba en todo su esplendor, erguido, apuntando al cielo, dirigiéndose un poco hacia la izquierda, como su dueño.

Tomaste el teléfono y empezaste a filmar como tu miembro entraba y salía de mi boca, caricia que te enloquece, mientras con una mano aprieto fuerte el tronco y con la otra sostengo tus testículos. Hacías mi pelo hacia un lado, entrometido entre la cámara y la imagen que tanto disfrutas.
Me pediste que me detuviera, de otra manera, no llegaríamos muy lejos. Y vaya que hoy llegamos lejos. Empecé a desnudarme, mientras tu me filmabas. Me quedé solo en tanga y una transparente y ajustada camiseta de tirantitos, que revelaba mis pezones erguidos, sobre mis pequeños y redondos pechos, y mi vientre plano y duro. Te quitaste la única ropa que te faltaba, mientras te observaba, sorprendida con el grosor de tu miembro, que parecía reventar en cualquier momento. Oscuro, morado, tumefacto.

Nos fuimos a la cama, y acostándonos, recorrías toda la orografía de mi cuerpo. La piel se me erizaba, bajo tus manos grandes y fuertes. Las introducías entre mis nalgas, amasándolas. Apretabas mis senos, y frotabas con suavidad, mientras metías la lengua en mi boca, que desaparecía bajo tus gruesos labios.

Me despojaste de la tanga, y me colocaste sobre ti. Tocabas mi sexo, mientras me preguntabas, "¿como es posible que estés tan mojada?", a lo que respondí: "Guapo, es porque me enloqueces..."

Comenzaste a frotar la cabeza de tu pene entre mis labios pequeños, pero tanta humedad, impedía que tu pene se quedara en el sitio justo. Tanteabas, solo con tu miembro, hasta que sentí la cabeza justo en la entrada de la vagina. Dijiste "Ahí es...¿Ya te la meto?" Trataba de decidir si ya me la metías o si seguía deleitándome con tu glande sobre mi clítoris. Decidiste por mi, pidiéndome que me sentara por completo sobre ti. Veía la cabeza aparecer y desaparecer entre mis pelos, y me preguntaste: "¿Te vendrías así?" Y mientras asentía con la cabeza, con los ojos cerrados, disfrutando la sensación, volviste a decidir por mi, diciendo, "No, ahora te la voy a meter". Me detuve y erguí, mientras sentía como lentamente mis paredes interiores se abrían y acomodaban alrededor de ti.

Me incliné hacia adelante, y empecé a agitar la pelvis, de adelante hacia atrás, mientras escuchaba tu temblorosa y agitada respiración, entrecortada por el placer. El espejo junto a la cama, nos devolvía una magnífica imagen de mi cuerpo trabajando, mis duras nalgas, rebotando, deslizándose, sintiéndome cada vez más cerca del orgasmo.

Un profundo gemido, me hizo detenerme, mientras sentía los espasmos y escalofríos que recorrían todo mi cuerpo. Te detuviste, y mientras acariciabas mi espalda, me decías "me encantas, me encantas, me encanta que te encante..."

Te dije: "Guapo, no te vengas, cógeme, fóllame, mucho, mucho, como el tiempo que estaremos alejados." Me cerraste las piernas, y yo arriba de ti, sentía tus testículos entre mis nalgas. Me dijiste: "te siento, mucho, mucho, siento como si me succionaras, como si todo yo entrara en ti", mientras trataba de quedarme quieta, evitando el impulso incontrolable de agitar la pelvis de arriba a abajo, enloquecida de placer. Mi sexo se licuaba, se derretía, escurría sobre ti mientras sentía que me correría nuevamente, muy pronto. Me besabas y apretabas contra ti, cuando nuevamente nos sorprendió otro espasmo, otro gemido, otra vez desde el centro de mi ser.

Unos segundos después, me separaste, me colocaste sobre la cama, sobre la espalda, me abriste las piernas y te hincaste frente a mi, mientras volviste a introducirte, y rápidamente entrabas y salías, nuestros cuerpos chocando y chapoteando. Ya sabías que seguía, pero me preguntaste "¿Qué quieres, qué quieres que haga?". A lo que contesté "'Tómame, cógeme, fuerte, duro, soy tuya..." Te inclinaste sobre mí mientras sentía tus testículos golpeando contra mis nalgas, largo rato.

Te detuviste, y suavemente, me diste la vuelta. Cerraste mis piernas y sosteniendo tu pene te introdujiste en mi vagina, entre mis nalgas. Empezaste a agitarte, mientras suspirabas y sentía las gotas de tu sudor resbalando sobre mi espalda. Dijiste: "Preciosa, no te muevas", mientras sentía como tomabas mi humedad y la frotabas contra mi culo. Me penetraste suavemente, mientras poco a poco el dolor se iba diluyendo, y comenzaste a moverte sobre mi. Te dije: "Vente mi amor" cuando empezaste a gemir y te detuviste, desplomándote sobre mi.

Nos separamos y colocamos frente a frente, abrazándonos, sintiendo nuestros cuerpos completamente empapados, y nuestra respiración agitada, entre besos.

Te voy a extrañar... susurré en tu oído.

miércoles, 14 de enero de 2009

Improbable situación

-Preciosa, ¿sabes que estoy haciendo todo lo posible para que podamos vernos en mi casa? ¿que te parecería?

-Me encantaría la idea de comerte en tu territorio...

-Bueno, pues parece que mi mujer saldrá con los niños a comer a casa de su madre, así que si vienes, podríamos quedarnos aquí. Creo que sale en 40 minutos, ¿tú podrías venir ahora?

-Si, y te llamo cuando esté por allá.

Ya casi para llegar, me enviaste un mensaje de texto, diciendo que tal vez no podríamos vernos en tu casa, que si te podía llamar. Así lo hice, y me dijiste que tu mujer había ido al supermercado y que seguramente regresaría para dejar las cosas antes de irse con su madre, por lo que no podríamos estar en tu casa. Ella había dejado su teléfono celular en tu casa, así que no te podías comunicar con ella. Se me ocurrió para hacer tiempo, decirte que iría a hacer unas compras, y que te llamaba cuando saliera, para ver si ya había ido a dejar el super a tu casa, y se había marchado.

Me fui a la tienda de medio mayoreo, ya que quería comprar unas cajas de plástico para almacenar. Te escribí un mensaje de texto, diciendo que casi terminaba, que si tenías noticias para mi. Me respondiste que ella aún no llegaba a tu casa y que como se estaba tardando, sería mejor que te raptara.

Me dirigí hacia el área de pagar, intentando escribirte un mensaje de que en 10 minutos llegaba por allá, cuando escuché el peculiar nombre de tu hijo, pronunciado por una mujer, diciendo que se haga a un lado, porque lo van a atropellar con el carrito del super. Volteo a mi derecha, y veo a tu mujer, dirigiéndose igualmente hacia las cajas.

Me dio mucho gusto verla, ya que hacía años que no lo hacía, y diciendo su nombre la saludé, la besé y la abracé. Estando en la plática con ella, mientras me presentaba a tus hijos, el teléfono celular empezó a sonar...

Siempre, antes de llamarme, me envías un mensaje de texto preguntándome si puedo hablar, por si estoy con mi marido. Siempre me causa gracia, ya que si en algún momento no pudiera hablar, sería suficiente con que no te contestara. Sin embargo, la primera vez que no me preguntaste si me podías llamar, fue la única en que era completamente imposible que te contestara. El teléfono sonaba y tu nombre aparecía en el identificador de llamadas, mientras tu esposa estaba frente a mi, mirándome a los ojos.

Mi corazón empezó a latir rápidamente, mientras intentaba encontrar una excusa para alejarme y contestarte. Le dije que me disculpara unos momentos, que al rato la buscaba otra vez, y me alejé un poco antes de contestarte.

"Güey, estoy con tu mujer, y me estas hablando por teléfono!!!!, la tengo enfrente de mi, y suena el teléfono y eres tú!!, me siento muy rara...Creo que solamente deberíamos vernos en un lugar céntrico y de aquí alejarnos..." coincidiste conmigo, y nos vimos en mi camioneta.

viernes, 9 de enero de 2009

Tocando tu instrumento

Durante días, mientras estabas de viaje, nos dedicamos a calentarnos a distancia.

-Guapo, para que no te olvides de mi, te mando esta foto...
-Preciosa, espero que sepas que es imposible que pueda olvidarme de ti. La imagen es maravillosa!!! cuéntame, ¿qué hacías tomando esa foto?
-Acordándome de ti guapo, y tengo otras mucho peores, pero te las mandaré cuando estés en el messenger.
Por días intentabas encontrarme en el chat, pero no coincidíamos, veía mensajes cuando abría la sesión de que me habías buscado, pero no estabas en línea.

Por fin, hace unos días coincidimos.
-Preciosa, por favor, envíame las otras fotos, me muero por verlas!
-Pero ¿estás completamente solo?
-Si, si, te lo prometo!
-Bueno te mando esta para que veas que me he puesto el regalo que me diste de Navidad...
-Eres hermosa!!!
-¿Te mando otra mucho peor?...
-Por favor!!!
-Ahí te va...
-Está increíbleeeee!! Uff, no tienes una idea de cuanto te deseo...

Finalmente, regresaste, y me buscaste para que nos viéramos. Como muchos hombres, te encanta que te coma el pene. Llevabas días pidiéndomelo:
-Preciosa, estoy en el cine con mi hija, y no puedo dejar de pensar en ti, y en tu boca... ¿Cuándo podré verte?
-Pues yo puedo el viernes, ¿tu?
-Si, en la mañana te busco...

Quedamos de vernos en un lugar céntrico, y de ahí te recogí en mi camioneta.

No podías dejar de besarme, tocar mis senos, magrearme como un adolescente, como quien no ha tenido sexo por mucho tiempo, mientras yo intentaba estacionarme en una calle poco concurrida.
Después de una pequeña charla en la que nos pusimos al día, te abalanzaste sobre mi, diciéndome cuanto me habías extrañado. Nos percatamos de que si nos pasábamos a la segunda hilera de asientos, tendríamos más espacio, y las ventanas oscuras impedirían que los curiosos pudieran vernos.
Tocabas mis nalgas, las amasabas, acariciabas mi vulva a través de la ropa, y yo sentía una gran excitación, pero ese día, solo sería para darte placer a ti, para comerte.
Sacaste tu teléfono y empezaste a filmar, mientras yo desabrochaba tu pantalón y bajaba toda tu ropa hasta los tobillos.
Comencé a lamer tus testículos, que expedían un maravilloso olor repleto de feromonas, mientras poco a poco iba subiendo, dando lengüetadas y lamiendo todo el tronco, y a medida que iba más arriba, mi mano apretaba fuerte la parte recién húmeda.
Los sonidos que hacías, eran impresionantes. Estabas realmente excitado, fuego puro. Gemidos, cuando llegué a la cabeza, tu miembro como piedra. Apretando fuerte, subía y bajaba la mano sobre el tronco. Sentía como por la grieta superior chorreaba un líquido viscoso, que utilizaba para lubricar tu glande, mientras suspirabas. Saqué un poco de lubricante, y mientras con una mano seguía acariciándote, con la otra y mi boca, intentaba abrir la tapa. Por fin lo logré y vertí una cantidad sobre tu polla. La temperatura te dio un escalofrío. Subía apretando, una mano siguiendo a la otra, cerrándola cuando llegaba a la punta, mientras te miraba a los ojos. Acercaste tu rostro al mío y comenzaste a besarme, enloquecido de deseo, mientras yo no dejaba de subir y bajar la mano. Notaste que estabas cerca de correrte, pero no querías que terminara aún, así que me pediste que colocara mi lengua en la parte frontal de tu pene, y mientras te lamía con fuerza el frenillo, metí toda la ciruela en mi boca. Empezaste a golpear el paladar, y yo succionaba levemente. Te volteé a ver, y tu boca temblaba, presioné fuerte la base de tu polla. Entre mis dedos salían tus testículos. Era un espectáculo casi grotesco, yo aferrada como animal a tu espada, y percibí que estabas muy cerca de correrte. Decidí que quería recibir tu semen en mi boca, te introduje lo más profundo que pude, y sin soltar las manos ni la boca, empecé a sentir las olas y contracciones en tu pene, mientras gemías, y me decías cuanto te encantaba.

Hoy tu semen, sabía muy dulce. Esperé hasta que acabaras de moverte para tragar, y seguir acariciándote con mis labios, mientras te retorcías con la hipersensiblidad después del orgasmo.
Exprimí un poco la cabeza, y todas las gotitas que salieron, las tomé entre mis labios. Poco a poco fuí sintiendo como te hacías más suave, y te solté hasta que estaba pequeño.
Te volteé a ver, y te besé la boca, mientras satisfecho, y ya sin deseo, acariciabas mi espalda.
Te he extrañado como un loco... dijiste. La semana que entra, antes de que vuelva a salir de viaje, quiero verte otra vez...

miércoles, 7 de enero de 2009

Nuestro silencioso acompañante

-Preciosa, te deseo brutalmente...
He estado pensando algo que quiero hacer contigo, quisiera filmarnos y tomarnos fotografías mientras hacemos el amor.

-¿Estás seguro? Sería una prueba incontrovertible de nuestro adulterio...
-Si tenemos cuidado, creo que lo podríamos lograr, ¿te imaginas cuando esté lejos de ti, poder recrear estos maravillosos momentos?

-Si me imagino nuestros gratos momentos de entretenimiento solitario cuando estemos separados...

Casi desde el principio, trajiste tu teléfono celular, y lo utilizaste para tomar vídeo mientras nos comíamos, abrazábamos, penetrábamos, lamíamos, besábamos y finalmente nos veníamos.

Dices que no puedes concentrarte en varias cosas a la vez, pero tu habilidad para tomar vídeo y fotos mientras me doblas, me penetras, me la sacas, me la metes, me embadurnas de mi humedad, me besas por un lado y me la introduces por el otro, es sorprendente.

Cuando empezamos a filmarnos, creabas pequeñas películas de un minuto de duración. Durante ellas se podían apreciar pequeñas partes de nuestra interacción. Ponías la cámara junto a mi coño, mientras cerrabas los ojos, pegabas la nariz en mi pubis, me olías profundamente, y con la lengua lo recorrías concienzudamente de abajo hacia arriba.

Más tarde está el vídeo donde me pones en cuatro patas, y con tu grueso miembro me penetras por atrás mientras yo acaricio mi clítoris.

Hay una especialmente intensa, en la que estás detrás de mi, abrazando mi cuerpo, dentro de mi, y de cara al espejo, observas mi imagen mientras me embistes y yo desfallezco de placer.

Durante las interacciones se pueden oír toda clase de gemidos, suspiros, respiraciones, súplicas y cosas que probablemente por la excitación del momento, pasan desapercibidas o se olvidan, pero cuando se recrea la imagen, resultan increíblemente eróticas.

Gracias a esta tecnología, se puede contar el tiempo en que tardamos en corrernos, y con que actividades gemimos más. Inclusive se puede saber que orgasmos fueron más intensos. Todo esto satisface en gran medida mi necesidad de documentar mi vida.

El otro día me puse a ver los primeros vídeos que tomamos. El primer día contiene un muestrario de tus habilidades amatorias.

Si se siguen observando los subsiguientes encuentros, poco a poco se va formando la contundencia de lo que nos gusta más o repetimos con más frecuencia.

Un día, porque olvidaste tu teléfono, y utilizamos el mío, no supiste como detener el vídeo para crear pequeñas películas, y nos dimos cuenta que aunque el vídeo no esté perfectamente encuadrado, esté abandonado en ocasiones o tenga mucho movimiento de imagen cuando cambiamos de posición, es mucho más intenso e interesante si está completo. Es maravilloso tener ambas perspectivas, cuando tu, porque estás ocupado, me pasas el teléfono para que filme un rato yo misma. Aunque he de decir que no tengo tanta habilidad para concentrarme en el vídeo como tú.

Así, empezamos a crear vídeos de larga duración, en los cuales se puede ver desde que nos estamos desnudando, cuando te estoy lamiendo en lugares que no alcanzas a ver, como nos besamos, nuestras caras de placer extremo, como mientras tu me comes la vulva yo te como el pene, como me muevo y agito mientras construyo mi orgasmo, como mis nalgas se deslizan hacia adelante y hacia atrás mientras te cabalgo.

Te encanta hacer acercamientos de tu espada entrando y saliendo rápidamente de mi vulva, y mis súplicas, de "no pares, métela y sácala rápidoooo!"

No falta la sesión de sexo en el auto, mientras me indicas como acariciar tu pene, como te gusta que te sostenga fuerte los testículos, como te encanta que apriete fuerte la base de tu polla, como te gusta que cierre los dedos cuando llego a la punta, como me lames la mano para lubricarla.

Pero lo que más te gusta filmar es cuando te vienes en mi boca. Cuando empujas mi cara hacia arriba, y gritas "así preciosa, me encanta, me encanta aaahhh" y trago tu dulce semen mientras con los labios recojo las gotitas que van saliendo después del orgasmo, frotando tu glande suavemente con mi boca, mientras lo beso.

En las ocasiones en que se nos ha olvidado, lo extraño.
Ese silencioso acompañante de nuestras cogidas: el teléfono celular que filma nuestra pasión, y que nos ha dado una perspectiva sorprendente de nuestros cuerpos amándose.

sábado, 3 de enero de 2009

Se me acaban los pretextos...



...para poder escaparme y verte... Ya no tengo clientes en el país, ya no tengo oficina. Trabajo desde mi casa. ¿Con qué pretexto me escapo? ¿Qué digo, con qué justifico estas horas en que estaré ausente? Sé que siempre encontraré la manera, que acabaré fugándome, pero cada vez es más difícil.


Podría decir: Amor, al rato vengo, regreso en algunas horas. No te preocupes, solo echaré otro de los mejores polvos de mi vida. Me encontraré con mi diosa, ese fantasma que ha vivido siempre entre tú y yo. La que he esperado por tantos años, la que he buscado incansablemente, la que ha apaciguado, con su imagen, a todos mis monstruos bajos, voy con mi pareja carnal. Pero cuando regrese, todo seguirá igual. Te amo, siempre te he amado, y antes que causarte una pena, antes que lastimarte, seguiré continuamente a tu lado. Aunque haya equivocado el camino, aunque no haya tenido el valor para luchar cuando era tiempo. No tienes razón para preocuparte, nada cambiará.

No te angusties, la clave y la condición inicial, fue que no lastimaríamos a terceros, que seríamos ambos complementos y no absolutas necesidades y prioridades, que seríamos apoyos y no bases. El tiempo ha pasado y nuestras vidas están hechas. Y queremos que eso continúe así.

Pero durante todo el tiempo, cuando vuelva, mientras esté contigo, su imagen no saldrá de mi mente. Recordaré cada gesto, cada palabra, cada caricia, cada suspiro, cada gemido. Sonreiré cuando no me miras. Cada vez que te toque, sabré que no es lo mismo, que no hay punto de comparación. Que en ocasiones, y no contigo, me he sentido uno con el universo.

Y en la noche, cuando te hayas dormido, me levantaré, y veré sus imágenes. Recordaré ese inmenso placer, que lejos de disminuir, se incrementa. Seguiré tratando de saciar mi eterna hambre de ella.
En cuanto vaya solo en el auto, la llamaré, solo para oír su voz. Y cuando estés a mi lado, ella y yo estaremos en contacto, a través de los mensajes de texto, silenciosa comunicación que nadie nota.

Y después de unos días, no podré soportar más la sed, y volveré..., volveré a buscar algún pretexto para escaparme y unirme nuevamente a ella.

viernes, 2 de enero de 2009

Tus impresiones acerca de una foto


Durante un rato estuve muy nervioso porque no encontraba la foto por ningún lado. Pero cuando la vi, me relajé, me bajé la bragueta, me saqué la polla y empecé a acariciármela mientras observaba esas dos montañitas tan divinas y como te las recorría despacito con mis manos, como amasándolas para luego fabricar riquísimos dulces. Y como recorría con la puntita de mi lengua tu ombligo, que además de ser precioso está bendecido con la vida.Me meto en mi boca ese trocito de tu mentón que se vislumbra y lo chupo, y lo muerdo y lo embadurno de saliva mientras mi mano recorre y juega con los rizos de tu pelo... largo, ensortijado y bamboleante. Mis dedos, abiertos, se posan en tus costillas y te las aprietan suavemente mientras mis labios se acercan a tu pezón, enhiesto, pequeño y desafiante, tembloroso... Lo chupo y lo chupo de todas las maneras... y lo mordisqueo con mucho cuidado, apretándolo entre mis dientes justo hasta ese punto en el que el dolor se mezcla con el placer extremo. Aunque no parecía posible, se pone más duro y más grande aún. Está a punto de reventar de placer. Me agarras la cabeza y me acercas a tu otra teta, también ella necesita de mis caricias y de mi boca... Y de mi lengua... y de mis dientes. Estás empapada, tú caldo desciende lentamente por el culo y llega hasta las sábanas...Con una mano te tocas arrebatadoramente el clítoris y con la otra me agarras la polla y me haces una paja al mismo ritmo. Con las mismas paradas y las mismas subidas de intensidad. Gemimos a la vez, chillamos juntos, tensamos nuestros cuerpos en el mismo instante... Nos vamos a correr... nos vamos a correr... ¡Nos vamos a correr! Y nos venimos... Tú en el cuenco de tu mano, como intentando recogerlo y guardar en ella la esencia del placer..Descargo en tu ombligo. Y lo lleno de mi. Parece un pequeño charco de aguas blancas. No lo has visto porque estás todavía disfrutando de los últimos espasmos de gusto. Pero si notas el golpe de la caída del espeso líquido, y la humedad, y un ligero calor...Luego notas otros goterones por tu barriga... Abres los ojos, te reclinas, extiendes con la palma de tu mano el semen por todo tu abdomen, me agarras con la otra mano el rabo y lo acercas a tu teta, a tu pezón... Aprietas ligeramente mi capullo y cae una última gota que extiendes en círculos con el dedo índice y te la llevas a tus labios como si fuera el más exquisito de los manjares...Me miras a los ojos y me dices: "Estás muy rico mi güey"
Escrito por mi buen amigo THC

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